2021.03.19 – Sex with your ex?

  • El deseo sexual de una persona puede descender por muchos motivos, desde el estrés o el estilo de vida hasta problemas en la pareja, malas experiencias sexuales pasadas, enfermedades crónicas o trastornos sexuales.
  • El problema puede agrandarse si la persona que no tiene ganas de tener relaciones sexuales se siente presionada o acosada por el otro miembro de la pareja. Aunque a veces nos cueste, es importante respetar en todo momento las decisiones y el espacio vital del otro. Lo más importante en estos casos es intentar averiguar cuál es el motivo de esa falta de apetito sexual a través del diálogo y la escucha activa.
  • Somos seres sexuales por naturaleza y con la pareja compartimos sólo una parte de la sexualidad.
  • Aprender a comunicar de manera asertiva tanto el deseo como la inapetencia del sexo. La comunicación es la base de una relación, por lo que el poder comunicar de manera sincera y asertiva puede reducir considerablemente la tensión y aumentar significativamente la confianza.
  • Desarrollar la compersión, la capacidad de sentir felicidad del gozo de la pareja aún cuando no lo está compartiendo con uno. Puede ser difícil pero el comprender que ambos miembros de la relación siguen poseyendo una sexualidad, una vida profesional y vínculos aún durante la relación, liberará tensiones y permitirá enfocar la atención en la vida de uno. La compersión incluye la libertad de ir de fiesta con amigos como tiempo exclusivo y necesario para él/ella, disfrutar de su gozo mientras está tocándose en la recámara, etcétera.
  • ¿Y qué hacer cuando ella no quiere? No insistir. No queremos en ese momento, no porque no nos hayamos dado cuenta de que a lo mejor queremos, nooooooo, no queremos, estamos seguras, e insistir no va a ayudar en nada. Insistir nos va a poner “tensas”, vamos a seguir sin querer y la imagen que nos estáis dando es la de la necesidad de sexo, utilización, cuando nosotras somos más emocionales. Si queréis querernos, hay otras formas, sin sexo.
  • Aunque es comprensible, también es desagradable y puede llegar a hacer daño sentirte rechazado cuando intentas tener sexo con tu pareja. Por otro lado, la situación no mejora para aquel que tiene que rechazar: no quieres decepcionar a tu pareja, o dejarles con la sensación de que no los deseas. En muchas ocasiones, se inician relaciones solo por evitar esos malos sentimientos. Muchas personas sienten que si rechazan muchas veces tener relaciones con su pareja, esta terminará por dejar de intentarlo, por lo que en ocasiones acceden a tener relaciones sexuales que realmente no les apetecen mucho por el simple hecho de evitar decepcionar a su pareja. Pero muchos estudios han demostrado que tener relaciones sexuales para evitar problemas de pareja realmente tiene más desventajas que ventajas, especialmente en las relaciones que no tienen sexo de una forma tan frecuente.
  • Cuando no te quieren, es mejor alejarse. Tienes que aprender a estar contigo mismo. No puedes pretender que sean los demás quienes solucionen tu situación ni, mucho menos, quienes suplan ese vacío emocional que te ha causado el desamor.
  • La frustración por desamor es una sensación por la cual existe una tensión no resuelta que nos hace sufrir por no poder estar con esa persona y a la vez facilita que nos obsesionemos con la posibilidad de iniciar un vínculo de novios, dado que aparentemente hay algunas posibilidades de conseguirlo.
    • Esta combinación entre la negativa de ser novios y la esperanza de que en el futuro la otra persona sí quiera tener algo con nosotros genera una ambivalencia capaz de generar bastantes inseguridades, ansiedad y malestar en general, ya que induce a preguntarse qué es lo que falla.
  • Una vez ya tienes toda la información relevante acerca de lo que siente la persona que te gusta y hasta qué grado sus intenciones encajan con las tuyas, toma una decisión y, a no ser que surja algo que te de razones significativas para cambiar de opinión, sé consecuente con esta.
  • Cuando alguien se queja con planteamientos del tipo “dice que me quiere pero no quiere estar contigo”, lo que de verdad revela es la frustración causada por la ambigüedad en lo que dice el otro y la tensión que genera el no saber qué hacer. Eliminando esta incertidumbre, prácticamente todo se solucionará con el tiempo; también el posible desamor.
  • Sobrevivir no es un término que una persona deba aplicar a una separación. Uno puede superar un divorcio con éxito, como lo hacen muchos, ¿qué te impide hacerlo? La fuerza está en ti mismo, no lo olvides.
  • Dos de cada cinco matrimonios terminan en divorcio, y de acuerdo a una investigación estadounidense las razones principales son la falta de comunicación en un 6.7% y la infidelidad con un 59.9%.

Published by Leonardo Tomás Cardillo

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