Cuando pidan contestar instrucciones, no decir que esta información ya está en el currículum.
Cuando uno miente mira hacia la derecha, cuando uno realmente piensa mira hacia la izquierda.
Demostrar animación y entusiasmo al exponer las ideas.
Después de la entrevista, mandar una carta al entrevistador reforzando las respuestas dadas en la entrevista.
Es necesario demostrar seguridad en uno mismo, autoestima, siendo optimista en los comentarios. No dudar sobre uno mismo.
Escuchar siempre con atención al interlocutor. En caso de no haber entendido el comentario o la pregunta del seleccionador, solicitar aclaraciones. Tratar de entender el fondo de la pregunta antes de responder.
Esperar a ser invitado antes de sentarse.
Estar calmo, no demostrando impaciencia ni nerviosismo. No mirar el reloj.
Estudiar antes de la entrevista sobre el trabajo y la empresa.
Las preguntas particulares que uno tenga debe hacerlas al final, pero con respeto y sin culpa.
Las respuestas deben ser concisas y directas: no irse por las ramas.
Mirar al interlocutor a los ojos. No mirar para otra parte ni eludir la mirada.
Mirar fijamente pero no levantar demasiado el mentón, ni bajarlo mucho.
No comer chicles o caramelos.
No contestar con monosílabos o hacer monólogos.
No contestar, cuando a uno le piden que indique el nivel de salario requerido: ¿Cuánto quiere pagar la empresa?
No cruzar las piernas o los brazos. No apoyar los codos sobre el escritorio.
No decir que es la única entrevista que se consiguió hasta ahora o que es el primer lugar al que lo llaman.
No decir que uno aceptaría cualquier cosa, cualquier trabajo, cualquier salario.
No decir que uno no necesita trabajar para vivir.
No distraerse con objetos de la oficina o con lo que sucede afuera.
No enredarse en algún tipo de discusión.
No espiar los papeles del escritorio del selector.
No exagerar con el humor.
No extenderse sobre temas personales.
No hablar de política o religión.
No hablar mal de otras personas.
No llevar una preparación de entrevista por escrito ni intentar leerla durante la entrevista. Tampoco pretender leer textos de terceros para responder a las preguntas del selector.
No mirar indiscretamente lo que sucede en la oficina.
No perder tiempo hablando sobre generalidades.
No preguntar sobre temas personales al empleador.
No responder una pregunta con otra.
No sentarse incorrectamente en la sala de espera.
No ser ampuloso en los gestos, ni gesticular demasiado.
No sobreactuar (no querer demostrar que se es Superman).
No tutear al entrevistador a menos que éste lo indique, o que sean (selector y entrevistado) de edad similar.
Sentarse en buena posición, con la espalda recta apoyada en el respaldo del asiento. Sentarse ocupando todo el asiento y no en el borde. No recostarse hacia atrás.
Ser amable, pero sin exagerar: no pensar que el entrevistador es un amigo personal. Sonreír.
Ser puntual, no llegar demasiado temprano ni tarde.
Ser sincero y creer en lo que se dice. No mentir ni simular una personalidad que no se posee.